Videojuegos/Adicciones

Hace unos días un joven español de 16 años ingresó en el Hospital Clinic de Barcelona para seguir un tratamiento de “desintoxicación” por su adicción a los videojuegos on line, en concreto a Counter Strike: Condition Zero y Worl of Warcraft. Se aisló de su entorno, no salía de casa, abandonó los estudios y empezaba a mostrar trastornos alimentarios. Es noticia, pero no es un caso aislado.

La dependencia o “la adicción” a los videojuegos se considera parte de un grupo de adicciones no toxicas que están afectando a un amplio porcentaje de niños y adolescentes. Crea una fuerte dependencia -que incide de forma negativa en sus conductas sociales-, y hace que estos adolescentes ocupen gran parte de su tiempo en esa actividad, a pesar de sus consecuencias negativas (según indica un estudio de la Oficina del Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, elaborado por la ONG Protégeles, dos de cada diez niños, entre 10 y 17 años, dedican cerca de dos horas diarias -entre semana- a los videojuegos).
Los videojuegos no son en sí mismos perjudiciales, ni por definición crean adicción; el problema surge cuando se hace un uso compulsivo, descontrolado y abusivo de ellos que acaba interfiriendo en un desarrollo adecuado de las relaciones personales, causando problemas académicos y serios daños en la salud. El doctor Javier San Sebastián, Jefe de la Unidad de Psiquiatría de niños y adolescentes del Hospital Ramón y Cajal, entre otros expertos, ha alertado sobre esta cuestión y llama la atención sobre el aumento del número de menores que llegan a consulta por este problema y la gravedad de alguno de los casos: "hemos tenido casos en los que los menores se han visto inmersos en procesos de seudopsicotización. Por ejemplo, el niño que tenía un juego de rol digital y que llegó a convencerse de que era el personaje del videojuego. Es una especie de trastorno disociativo, y hubo que tratarle con neurolépticos. Sólo tenía 8 años".
Un grupo de científicos dirigidos por Ralf Thalemann, del Instituto de Medicina Psicológica de la Universidad Charité de Berlín, presentó -en el V Foro Europeo de Investigadores de Neurociencia-, el resultado de un trabajo de investigación del que concluyen que "las reacciones cerebrales de las personas que juegan con videojuegos en exceso son similares a las de los alcohólicos o los adictos al cannabis” ; comprobaron que aquellos que dedicaban más tiempo a los videojuegos tenían una actividad cerebral mucho más elevada que los otros ante ese estímulo, y que sus imágenes tenían para ellos una asociación positiva, y agregó que se debía a que "el sistema de recompensas cerebrales se encuentra activado y las experiencias positivas son almacenadas en una memoria de la adicción en el cerebro”.
Es un problema real frente al que hay que actuar en cuanto se detecte, motivando para que desarrollen actividades alternativas, estableciendo horarios, informando, formando… y sin duda impulsando programas preventivos en el ámbito escolar, familiar y social.
Cross, Henri-Edmond: Playa, efecto de tarde